Generalidades
El
parásito
Se define como
parásito a todo ser vivo, vegetal o animal, que vive durante toda su
existencia, o una parte de ella, a expensas de otro ser vivo, generalmente más
potente que él (huésped), causándole daño o no, que puede ser aparente o
inaparente, y con el cual mantiene una dependencia obligada y unilateral.
· Existen
diversos tipos de parasitismo:
· Parasitismo
obligatorio: los parásitos necesitan para vivir hacer vida parasitaria. Este
estado puede ser permanente, permanente estacionario, periódico o temporario.
· Parasitismo
facultativo: son seres de vida libre que en circunstancias favorables hacen
vida parasitaria.
· Parasitismo
accidental: no son parásitos verdaderos, pero ocasionalmente pueden serlo.
· Parasitismo
extraviado: parásitos de los animales, que anormalmente podrían encontrarse en
el hombre.
· Parasitismo errático: cuando la localización
del parásito en el huésped no es en el órgano o tejido habituales.
Ciclos de vida del
parásito:
1. Ciclos
directos (monóxidos): son aquellos en los que no es necesaria la presencia de
un huésped intermediario. Pueden ser cortos, donde la forma emitida es la
infectante, o largos, donde la forma emitida necesita un determinado tiempo en
el medio (mayormente el suelo) para transformarse en infectante.
2.
Ciclos indirectos (heteroxenos):
son
los que necesitan un huésped intermediario para completar su ciclo. La
existencia de estas parasitosis en un área determinada depende de la presencia
de ese huésped intermediario.
Características más importantes de los parásitos
· Resistencia al medio exterior:
para
enfrentar los factores climáticos y algunos agentes químicos, los huevos,
quistes o larvas se protegen con cubiertas proteicas que los hacen resistentes.
· Patogenicidad: está relacionada con la
morbilidad y la mortalidad. Algunos parásitos son patógenos por sí mismos, y en
otros su patogenicidad depende de las características del huésped.
· Autoinfección: es la forma por la que el
parásito permanece más tiempo en el huésped. Puede ser autoexoinfección, en la
que el agente está en el exterior un tiempo muy corto, o autoendoinfección en
la que el parásito se multiplica dentro del huésped y la recontaminación se
hace en el interior del mismo.
· Prepatencia: es el tiempo que
transcurre entre la entrada de la forma infectante en el huésped y el momento
en que se puede demostrar la presencia del parásito o de sus formas de
desarrollo, por medio de la observación directa, estudios bioquímicos,
cultivos, etc.
· Viabilidad: las formas emitidas al exterior por el parásito
deben ser viables a través de estructuras resistentes, tanto al medio como a
los huéspedes intermediarios. Se asegura de esta manera la continuidad del
ciclo y su permanencia. Diapausa o desarrollo.
· arrestado: es la adaptación que
presentan algunos parásitos para interrumpir temporariamente su desarrollo y
entrar en un estado de reposo cuando las condiciones ambientales (temperatura,
humedad, etc.) o del huésped (hidratación, oxigenación, respuesta inmune, etc.)
no les son favorables. Longevidad: admite dos tipos: longevidad verdadera,
cuando el parásito permanece muchos años en un organismo; o perpetuándose por
medio de la autoinfección, aunque el parásito tenga vida muy corta.
· Fecundidad: la capacidad para
emitir determinada cantidad de formas parasitarias le sirve al parásito para
perpetuarse. Es útil conocerla, ya que a través de ésta (por ejemplo, en los
helmintos la postura diaria de huevos) es posible realizar el cálculo
aproximado del número de parásitos que infectan al huésped. Evasión de la
respuesta inmune: cuando un parásito entra en un organismo éste trata de
eliminarlo al reconocerlo como agente extraño, y aquél pone en funcionamiento
una serie de dispositivos para evadir el ataque y así permanecer en el huésped.
El medio ambiente
El
medio ambiente relaciona al huésped con el parásito y puede ser un factor
determinante para que exista enfermedad por parásitos. Tres elementos son
fundamentales: el suelo, el agua y las condiciones geográfico-climáticas
El suelo: para determinadas
parasitosis, sobre todo las helmintiosis, se comporta como un huésped
intermediario ya que recibe heces o agua contaminadas con parásitos en estadios
no infectantes, y les ofrece condiciones de desarrollo para que en determinado
tiempo se transformen en estadios infectantes. Además, puede ser un excelente
medio para la conservación de éstos últimos.
El agua: puede
actuar como vehículo y diseminante de determinadas parasitosis, y ser necesaria
para que los parásitos completen su ciclo biológico al alojar y/o desarrollar
huéspedes intermediarios.
Condiciones
geográfico-climáticas: la
humedad, las lluvias, la temperatura, la vegetación, la latitud, altitud, etc.
pueden favorecer o entorpecer el desarrollo de parásitos y sus vectores o
reservorios animales.
Prevención de las
parasitosis
La Organización Mundial de la Salud ha establecido que las
parasitosis son patologías en las que incide altamente el componente social, y
podrían ser controladas desde el ámbito de la salud pero difícilmente eliminadas
si no se modifican las malas condiciones habitacionales, estructurales,
educativas, sanitarias y económicas de la población en riesgo. Para disminuir
las parasitosis se deberían tomar medidas de prevención vinculadas con la
modificación de los hábitos, la educación y el estado de bienestar de la
población.
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