miércoles, 3 de julio de 2019

introduccion a la parasitologia


Generalidades
El parásito
 Se define como parásito a todo ser vivo, vegetal o animal, que vive durante toda su existencia, o una parte de ella, a expensas de otro ser vivo, generalmente más potente que él (huésped), causándole daño o no, que puede ser aparente o inaparente, y con el cual mantiene una dependencia obligada y unilateral.
·       Existen diversos tipos de parasitismo:
·       Parasitismo obligatorio: los parásitos necesitan para vivir hacer vida parasitaria. Este estado puede ser permanente, permanente estacionario, periódico o temporario.
·       Parasitismo facultativo: son seres de vida libre que en circunstancias favorables hacen vida parasitaria.
·       Parasitismo accidental: no son parásitos verdaderos, pero ocasionalmente pueden serlo.
·       Parasitismo extraviado: parásitos de los animales, que anormalmente podrían encontrarse en el hombre.
·        Parasitismo errático: cuando la localización del parásito en el huésped no es en el órgano o tejido habituales.

Ciclos de vida del parásito:
1.     Ciclos directos (monóxidos): son aquellos en los que no es necesaria la presencia de un huésped intermediario. Pueden ser cortos, donde la forma emitida es la infectante, o largos, donde la forma emitida necesita un determinado tiempo en el medio (mayormente el suelo) para transformarse en infectante.











2.      Ciclos indirectos (heteroxenos):
son los que necesitan un huésped intermediario para completar su ciclo. La existencia de estas parasitosis en un área determinada depende de la presencia de ese huésped intermediario.


Características más importantes de los parásitos
·       Resistencia al medio exterior: para enfrentar los factores climáticos y algunos agentes químicos, los huevos, quistes o larvas se protegen con cubiertas proteicas que los hacen resistentes.
·       Patogenicidad: está relacionada con la morbilidad y la mortalidad. Algunos parásitos son patógenos por sí mismos, y en otros su patogenicidad depende de las características del huésped.
·       Autoinfección: es la forma por la que el parásito permanece más tiempo en el huésped. Puede ser autoexoinfección, en la que el agente está en el exterior un tiempo muy corto, o autoendoinfección en la que el parásito se multiplica dentro del huésped y la recontaminación se hace en el interior del mismo.
·       Prepatencia: es el tiempo que transcurre entre la entrada de la forma infectante en el huésped y el momento en que se puede demostrar la presencia del parásito o de sus formas de desarrollo, por medio de la observación directa, estudios bioquímicos, cultivos, etc.
·       Viabilidad: las formas emitidas al exterior por el parásito deben ser viables a través de estructuras resistentes, tanto al medio como a los huéspedes intermediarios. Se asegura de esta manera la continuidad del ciclo y su permanencia. Diapausa o desarrollo.
·       arrestado: es la adaptación que presentan algunos parásitos para interrumpir temporariamente su desarrollo y entrar en un estado de reposo cuando las condiciones ambientales (temperatura, humedad, etc.) o del huésped (hidratación, oxigenación, respuesta inmune, etc.) no les son favorables. Longevidad: admite dos tipos: longevidad verdadera, cuando el parásito permanece muchos años en un organismo; o perpetuándose por medio de la autoinfección, aunque el parásito tenga vida muy corta.
·       Fecundidad: la capacidad para emitir determinada cantidad de formas parasitarias le sirve al parásito para perpetuarse. Es útil conocerla, ya que a través de ésta (por ejemplo, en los helmintos la postura diaria de huevos) es posible realizar el cálculo aproximado del número de parásitos que infectan al huésped. Evasión de la respuesta inmune: cuando un parásito entra en un organismo éste trata de eliminarlo al reconocerlo como agente extraño, y aquél pone en funcionamiento una serie de dispositivos para evadir el ataque y así permanecer en el huésped.
El medio ambiente
El medio ambiente relaciona al huésped con el parásito y puede ser un factor determinante para que exista enfermedad por parásitos. Tres elementos son fundamentales: el suelo, el agua y las condiciones geográfico-climáticas

El suelo: para determinadas parasitosis, sobre todo las helmintiosis, se comporta como un huésped intermediario ya que recibe heces o agua contaminadas con parásitos en estadios no infectantes, y les ofrece condiciones de desarrollo para que en determinado tiempo se transformen en estadios infectantes. Además, puede ser un excelente medio para la conservación de éstos últimos.
El agua: puede actuar como vehículo y diseminante de determinadas parasitosis, y ser necesaria para que los parásitos completen su ciclo biológico al alojar y/o desarrollar huéspedes intermediarios.
Condiciones geográfico-climáticas: la humedad, las lluvias, la temperatura, la vegetación, la latitud, altitud, etc. pueden favorecer o entorpecer el desarrollo de parásitos y sus vectores o reservorios animales.


Prevención de las parasitosis
La Organización Mundial de la Salud ha establecido que las parasitosis son patologías en las que incide altamente el componente social, y podrían ser controladas desde el ámbito de la salud pero difícilmente eliminadas si no se modifican las malas condiciones habitacionales, estructurales, educativas, sanitarias y económicas de la población en riesgo. Para disminuir las parasitosis se deberían tomar medidas de prevención vinculadas con la modificación de los hábitos, la educación y el estado de bienestar de la población.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario