Método
directo y Método indirecto.
Método
directo: Es la observación del agente etiológico y su caracterización
morfológica. Examen de fresco, examen macroscópico, examen microscópico, métodos de concentración, métodos cuantitativos (kato-katz), métodos
cualitativos y coloración rápida.
Examen coproparasitológico: Nos informa desde
características Macroscópicas como la consistencia, la presencia de sangre,
moco y parásitos observables a simple vista o partes de estos como las
proglótides de las tenías. La observación Microscópica arroja datos importantes
que hacen pensar en un proceso inflamatorio agudo como la presencia de
leucocitos abundantes, glóbulos rojos, cristales de Charcot Leyden que aparecen
por destrucción de eosinófilos en intestino, glóbulos de grasa relacionados con
problemas de absorción, la presencia de levaduras, el pH de las heces fecales y
principalmente la descripción de las formas parasitarias encontradas, cantidad
y características tintoriales.
Métodos de concentración: Sulfato de zinc: se
utiliza para la observación de quistes y huevos de helmintos. Formol-eter: para
recuperar quistes, huevos y larvas de helmintos (más eficiente).
Cultivos: El cultivo de protozoarios
intestinales es poco frecuente por las elevadas exigencias del parásito, que
encarecen el estudio y no todos los laboratorios implementan el mismo como
prueba habitual. En caso de requerirse y de contar con todos los medios se
logra el desarrollo de Entamoeba histolytica, Trichomona vaginalis,
Acanthamoeba y Naegleria sp. Los medios más utilizados son el de Robinson y el
polixénico.
Coloración
Tinciones permanentes: Son utilizadas cuando existen dudas diagnósticas y es
necesario identificar las características morfológicas del parásito, caso
típico de las semejanzas entre la Entamoeba histolytica y la Entamoeba coli;
las más utilizadas son la tricromía y la hematoxilina férrica.
Métodos
indirectos: Este método implica la detección indirecta del parásito, ya sea por
la respuesta humoral que desencadena el paciente o por la captura de los
antígenos que el parásito libera.
Métodos indirectos: Debido a que el
diagnóstico de varias parasitosis incluso las intestinales puede resultar
desalentador mediante pruebas habituales en heces fecales, se recomienda
realizar pruebas indirectas especialmente para aquellos parásitos cuya
identificación en heces es difícil o para aquellos que pueden tener
localización tisular ya sea en la pared intestinal u otros sitios de difícil
acceso incluso por biopsia.
Los métodos indirectos: hacen evidente la
respuesta inmune especialmente humoral del hospedero ante antígenos
parasitarios. La mayor parte permite identificar anticuerpos, pero también
existen pruebas para encontrar células sensibilizadas, complejos antígeno
anticuerpo llamados complejos inmunes y células efectoras de la respuesta
inmune como reacciones del complemento y citosinas.
La mayoría de las pruebas serológicas están
basada en la detección de la respuesta específica de anticuerpos ante la presencia
del parásito. Estas incluyen aglutinación clásica, fijación de complemento,
métodos de difusión en gel, inmunofluorescencia, Western Blot.
ELISA
(coproantígenos): Se utilizan para E. Histolytica, Trypanosoma cruzi.
Plasmodium etc.
Métodos moleculares: el diagnóstico de
enfermedades parasitarias ha logrado un avance significativo gracias a la
aplicación de métodos de diagnóstico molecular basados en la hibridación del
ácido nucleico. Estos estudios son factibles ya que todos los organismos contienen
secuencias de ácido nucleico que pueden ser usados en estudios de hibridación
que ayudan a determinar cepas, especies y género. Pueden detectarse
simultáneamente varios parásitos dependiendo de la especificidad del ácido
nucleico utilizado.
Manual práctico de parasitología Medica
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